Aunque las tortugas son prácticamente incapaces de comunicarse a través de la emisión de sonidos, disponen de un lenguaje corporal sofisticado mediante el cual pueden señalar en todo momento en qué estado de ánimo se encuentran. Describimos a continuación las facultades sensoriales de estos animales.
El olfato
El sentido del olfato está muy desarrollado y gracias a él, la tortuga se dirige a su pareja con total seguridad y sin equivocarse, o bien se encamina.
El que le gusten o no ciertos alimentos, dependerá siempre del olor que estos desprendan y de que sean del agrado de la tortuga.
Las tortugas acuáticas sumergidas en el agua pueden oler tan bien como en la tierra. Bajo el agua, se orientan a través de su olfato. Bombean el agua mediante movimientos de la parte inferior de la cabidad bucal, aspirando el agua por la nariz y expulsándola finalmente por la boca.
La vista
Los ojos de la tortuga pueden enfocar perfectamente, sobre todo para descubrir a gran distancia comida o la presencia de un enemigo. La tortuga mediterránea, por ejemplo, puede distinguir desde lejos una de sus comidas predilectas, la flor de diente de león. Sin embargo, a medida que se va acercando, se orienta mejor por su sentido del olfato.
Muchas tortugas pueden también reconocer a gran distancia a su cuidador y acuden a él automáticamente cuando le ven.
El oído
El sentido del oído se encuentra menos desarrollado. Las tortugas captan mejor los tonos graves. Así, se puede llamar a la tortuga empleando un tono de voz grave o con la ayuda de un instrumento musical que emita tonos bajos.
Las tortugas son igualmente capaces de percibir las vibraciones procedentes del suelo (pasos, piedras que caen…). Captan las vibraciones a través de las patas y el caparazón, y procesan los sonidos en el oído.
Carecen de pabellones auditivos u orejas, de modo que el oído se encuentra directamente bajo la piel. Es muy difícil, por tanto, localiar los orificios auditivos de una tortuga.
El tímpano se encuentra aproximadamente detrásde la mejilla y suele estar protegido por una capa de piel muy dura o recubierto de escamas.
El gusto
Aunque no existen muchos estudios al respecto, sí se sabe que tienen papilas gustativas en la lengua. Por ello, se puede decir que están capacitadas para percibir el gusto de los alimentos.
El tacto
La piel de las tortugas cuenta con innumerables terminaciones nerviosas, lo que significa que tienen el sentido del tácto muy desarrollado. Gracias a estas terminaciones nerviosas son capaces de percibir la temperatura, humedad, presión, etc.
El caparazón por su parte, del que hablaremos más ampliamente en el apartado correspondiente, es capaz de percibir el dolor como consecuencia de las roturas o quemaduras.